Estos días nuestros gestores en el gobierno están tratando de poner en marcha una norma que regule el aumento del precio de los alquileres. Antes esto se hizo en otras ciudades europeas, por ejemplo en Berlín.
Pero la experiencia nos dice que allí los precios del alquiler han subido; un 36% desde que se intervino el precio hasta enero de 2020.
No quiero opinar sobre cuestiones políticas, sino solamente de aquellas que afectan a la gestión. Una de las principales lecciones que deben recordar muchos políticos y economistas, que es extensible a directivos empresariales, es que ante una acción hay una reacción. ¡Siempre…!!!
Me explico. Ante una nueva norma que pueda producir un perjuicio a alguien, habrá un movimiento defensivo. La capacidad de un equipo de legisladores se enfrentará a la capacidad, a la iniciativa, la imaginación y la necesidad de cientos de miles o millones de ciudadanos, que tratarán de contrarrestar la agresión y ponerse a salvo o aprovechar la novedad.
Si, además, los tecnócratas tienen poca experiencia de vida o humana peor para salirse con la suya.
En este caso, hay un problema que debe provocar alguna consideración de carácter ético, ¿que hay que hacer cuando, queriendo beneficiar a alguien le provocas un daño?
Como las vertientes son; técnicas, humanas y éticas, la capacitación profesional debe basarse también en todos estos pilares.
Warren Buffett dice que cuando buscas un profesional, buscas; inteligencia, energía e integridad. Pero que sin la tercera, las dos primeras no valen nada.
Un ejemplo. La caída del diésel en 2019 propició el efecto contrario: las emisiones de CO2 aumentaron vía @voz_populi
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