Nadie duda de que para que un país prospere, el Estado debe hacer inversiones que le doten de infraestructuras que permitan mejorar las comunicaciones físicas y virtuales. Estas infraestructuras deben aportar mejoras; en tiempo, seguridad, impactar lo menos posible en la naturaleza, etc. Desde el punto de vista meramente económico, es necesario que generen riqueza suficiente para retornar lo que la sociedad he invertido en ellas, para conservarlas y, con el tiempo, reemplazarlas.
Evidentemente este es un criterio general, no todas pueden cumplir con este objetivo, Sigue leyendo