La sabiduría de los proverbios chinos y los observadores de nuestras vidas


Los chinos dicen que la vida humana tiene tres fases:

1-veinte años para aprender,

2-veinte para luchar

3-y veinte para alcanzar la sabiduría.

Al leerlo me acordé de algo que había publicado Carl Jung sobre las cuatro etapas fundamentales de la vida humana. El desarrollo del Animus, le llamaba él y con ello describía cómo cada etapa determina nuestro comportamiento en la vida.

Según Jung el desarrollo del Animus tiene 4 etapas esenciales: Hércules, Apolo, Sacerdote y Hermes.

1. Hércules o el Atleta

Es la primera etapa y nos preocupa nuestra apariencia, lo que les parecemos a los demás.

2. Apolo o el Guerrero

Es la etapa de salir al mundo y conquistarlo, hacerlo lo mejor posible, ser el mejor y conseguir lo mejor. En esta etapa nos comparamos con los demás, competimos y tratamos de conseguir más que ellos.

3. Sacerdote o la Declaración

Llega un momento en el que nos damos cuenta de que lo logrado no es suficiente para poder sentirnos realizados y felices. Buscaremos la manera de dejar huella y lo haremos sirviendo a los que nos rodean; hijos, familiares u otros.

Estaremos preocupados por empezar a dar y el dinero, el poder, las posesiones, aunque seguirán en nuestras vidas, no les otorgaremos el mismo valor que antes.

Queremos dejar este mundo mejor de lo que era cuando llegamos.

4. Hermes o el escenario del Espíritu

En la última etapa nos damos cuenta de que no sabemos realmente quién o qué somos. Nos damos cuenta de que somos más que nuestro cuerpo, somos más que nuestras posesiones, más que nuestros amigos, …

Llegamos a la conclusión de que somos seres divinos, seres espirituales teniendo una experiencia humana y no seres humanos teniendo una experiencia espiritual.

En ese momento somos capaces de observarnos a nosotros mismos desde una perspectiva diferente. Nos convertimos en el observadores de nuestras vidas.

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Mejores personas, mejores empresas. Las ideas aún importan.


Imagen de Peter Drucker

Portada de BusinessWeek del 22 de noviembre de 2010

Esta no es una frase mía, la he tomado prestada del Instituto Internacional San Telmo. SanTelmo es una Escuela de Negocios, que desde hace más de 30 años está formando directivos. Un proyecto muy ambicioso y técnicamente muy bien organizado, que durante todos estos años ha tenido una estrechísima colaboración con IESE; de quien ha aprendido y con quien ha compartido muchísimas horas de formación. Tanto, que los antiguos miembros de SanTelmo adquieren también la condición de Alumni del IESE.

Cuando oí por primera vez el eslogan “mejores personas, mejores empresas” me pareció que

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